12.8.09

Creo que estaba dentro de la misma línea que Gabo en su último post, donde nos propone convertirnos en campesinos urbanos, cuando escribí estos apuntes sobre lo que llamé, al paso, el nómade interior. Recorto los fragmentos que puedan ser de interés para complementar el post citado.









Pensaba en el desapego: nada ni nadie es necesario. Todo lo que necesitamos realmente sólo está dentro de nuestro propio “espacio” mental, físico y espiritual. Se me ocurre que el nomadismo favorece el estadío del desapego. La idea que tenemos del hombre nómada es la de un hombre básico, original y puro. Es lo más cercano que puedo imaginar a un hombre “iluminado”-a pesar de lo que quieran hacerme creer sobre el nómada y su condición supuestamente primitiva, antisocial, acultural-.

El nomadismo no permite establecer vínculos de necesidad con ninguna otra cosa que no sea consigo mismo (entiendo como vínculos de necesidad no sólo al alimento y al hogar sino también al afecto, al amor, al odio, a la ira…).
Es inmediato, todo se devuelve a su verdad. Cada cosa, persona, sensación es concebida al mismo tiempo como ajena y como propia, como parte del todo pero aisladamente, como algo transitorio y a la vez permanente.

En el nomadismo no hay posibilidad de sentirse otro con el paisaje. El paisaje exterior permanece, siendo y haciéndose, interior. Deja su huella en la conducta y genera un aprendizaje sutil; con el tiempo, el paisaje exterior moldea al interior. Todo esto sin hacer al hombre un dependiente de la experiencia de cierto cielo, del reflejo de cierto río o de la forma de cierta luna, todo se incorpora al presente y ya no hace falta el pasado ni se proyecta hacia el futuro. El nomadismo es puro presente.
¿Cómo llevar el nomadismo a la vida cotidiana? ¿Cómo estar establecidos en un espacio y estar, a la vez, presentes? ¿Cómo volverse un nómada quieto?









Volverse íntimo e ilimitado. Adoptar como única regla de conducta al momento presente. Realizarse sin necesidad de acudir a los bastiones del dinamismo automático instaurado en nuestra personalidad cotidiana. “Meditar” cada cosa que se hace: no abandonarse en la actividad, encontrarse en ella. Volverse un nómada interior, pienso y no sé muy bien cómo decirlo, es hacer un peregrinaje por el mundo sin necesidad de moverse.

4 comentarios:

Gabriel Caldirola dijo...

Nómadas, exacto. Me parecen buenísimas tus meditaciones, nómadas de paso por esta vida con respeto, humildad, conciencia. No tenemos tiempo para perder, perder el tiempo es como perder la vida. Si cada momento es nuevo, cada momento estamos vivos, comprometidos con el presente. Quisiera dejar de escuchar el ruido que hay en mi mente. Por ahora voy a estar atento al ruido. John Cage descubrió que el silencio no es posible. Sólo podemos realizar la experiencia del silencio en la atención al ruido, al sonido no organizable, al azar, al cambio. El ruido es lo más parecido al silencio, está hecho a su imagen y semejanza. El ruido es la manifestación del silencio. Si queremos deshacer el camino tenemos que pararnos en el centro del sonido. Si se logra una atención ecuánime en el ruido de la mente, se obtiene el silencio?

Lic. Adriana Paoletta dijo...

Nómades en nuestro interior eso es acertadísimo Lu. Creo que es una experiencia interna muy poderosa la de mudar de pensamientos ,de creencias cuando estas ya caducaron y lo externo se transformó .

Hermoso Post, para meditar en nuestro próximo encuentro.

besos fugaces
Adri

lu* dijo...

gabo, lo del ruido y el silencio es totalmente verdad. me acuerdo del video ese en que creo que cage hablaba del ruido del tránsito como un ruido del silencio. y sí, es así. justo ayer pensaba en eso después de meditación, porque adri estaba preocupada porque nos distrajera el tránsito y, justamente, nadie lo había escuchado.

"Si se logra una atención ecuánime en el ruido de la mente, se obtiene el silencio?"
No sé.
También en lo apuntes de la clase de ayer hay algo que apunta hacia ese lugar. Los pensamientos son vacío. Los pensamientos son el silencio mismo. No sé si se puede escuchar ese silencio con atención o "después de la atención".


Gracias por tu luz y tu lucidez =)

Lic. Adriana Paoletta dijo...

"Si queremos deshacer el camino tenemos que pararnos en el centro del sonido. Si se logra una atención ecuánime en el ruido de la mente, se obtiene el silencio?!"

Creo que gabo está sentado sobre sus propias respuestas. Y en esta aguda reflexión acerca del silencio en la meditación, nos ha dado una pista exquisita.

Diálogo revelador...
adri

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