Me zurcan las manos invencibles del viento.
Con la caricia se vuelven las manos verdaderas de los árboles.
La verticalidad obliga a la planta,
cae enzarcillada sobre la piedra.
Llueve,
primero la hoja,
más tarde la rama,
el tronco,
la piedra,
última la montaña toda se deja arrasar por la nube.
8.1.09
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3 comentarios:
Tu finura mi hizo llorar.
Como si una delicada hoja de metal en una caricia me hubiese cortado.
Qué sensación! Estar viva!
Gracias!
Mali.
GRacias a vos por tu sensibilidad y tu atención. Te quiero!!
Lu
Este es el que te decia que e habia encantado.
"Ultima la montaña toda se deja arrasar por la nube"
es lindisimo.
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